martes, 1 de noviembre de 2011

Pepe Escobar: Cómo Occidente ganó Libia (II)

Cómo Occidente tomó Libia (II)
"How the West won Libya", escrito por Pepe Escobar para el Asia Times online el 22 de octubre de 2011.
Traducido y adaptado al español por gatopeich. Existe otra traducción en Rebelion.org.


[...Viene de "Cómo Occidente tomó Libia (I)"]

Siente mi amor humanitario
Podemos dar la enhorabuena a la 'comunidad internacional', que como todo el mundo sabe consiste en Washington más unos cuantos miembros de la OTAN bastante quemados, más los promotores de la democracia en el Golfo Pérsico: Quatar y los Emiratos Árabes. Al menos ésta es la 'comunidad' que aplaude lo que ha ocurrido. La Unión Europea también celebró "el final de una era de despotismo", cuando hace bien poco se turnaban para besar las túnicas de Gadafi. Ahora proliferan en editoriales acerca del "bufón" que reinó cuarenta y dos años.

Gadafi habría resultado un invitado de lo más incómodo en la Corte Penal Internacional de la Haya, donde se habría deleitado recordándonos los besamanos, los cálidos abrazos y los jugosos negocios que las potencias Occidentales le dispensaban después de elevarlo de "Perro Salvaje" (como le bautizó Ronald Reagan) a "nuestro bastardo". También habría disfrutado detallando los sombríos pasados de esos oportunistas que ahora se erigen en "revolucionarios" y "demócratas".

En cuanto al concepto de "Ley Internacional", yace en una alcantarilla tan mugrienta como aquella en la que se escondió Gadafi. El dictador iraquí Sadam al menos tuvo una farsa de juicio 'express' antes de ser ejecutado. Osama bin Laden fue simplemente liquidado, en un "asesinato selectivo" que incluyó invasión territorial de Pakistán. Gadafi fue exterminado con una combinación de ataque aéreo y asesinato.

Los buitres del poder saturan los cielos. Desde Londres Mohamed El Senusi, heredero del trono Libio del que el rey Idris fue derrocado en 1.969, está preparado para saltar a la escena tras declarar que "es un siervo del pueblo libio, que decida lo que quiere". En otras palabras: "Quiero el trono". Es obviamente el favorito de la contra-revolucionaria Casa de Saud.

¿Y qué hay de esos asnos de "think-tank" de Washington clamando entre dientes que éste fue el "momento Ceausescu" de la Primavera Árabe? Ojalá el dictador Rumano hubiese mejorado la calidad de vida de su país  una fracción de lo que Gadafi logró en Libia en sanidad pública, educación gratuita o incentivos para el matrimonio. Añadiendo el hecho de que Nicolás Ceausescu no fué depuesto por bombardeo "humanitario" de la OTAN. Hay que ser muy tonto para tragarse la propaganda de los más de 40.000 bombardeos "humanitarios" de la OTAN, que destruyeron las infraestructuras de Libia devolviéndola a la Edad Media, un "Impacto e Intimidación" a cámara lenta. Y en ningún momento se trató de proteger a la población, como demostró el denodado bombardeo de civiles en Sirte.

Como ya sabían los miembros más importantes del BRIC antes de votar la resolución 1.973 de las Naciones Unidas, se trataba de otorgar a la OTAN control absoluto sobre el Meditarráneo, de establecer una base para la guerra del "Africom" contra China, de que los franceses y los ingleses obtuvieran jugosos contratos para explotar las reservas naturales Libias, de que Occidente tome las riendas de la Primavera Árabe después de que le cogiese totalmente por sorpresa en Túnez y Egipto.

Escuchad los aullidos barbáricos
Bienvenidos a la nueva Libia. Intolerantes milicias islamistas convertirán las vidas de las mujeres libias en un infierno. Los cientos de miles de Subsaharianos que no lograron escapar serán cruelmente acosados. Las riquezas naturales de Libia serán saqueadas. Esa colección de misiles antiaéreos que han pasado a manos de los islamistas se convertirán en convincentes motivos para eternizar la "guerra contra el terror" en África. Habrá sangre, de guerra civil, porque Tripolitania no aceptará ser gobernada por la retrógrada Cirenaica.

En cuanto a los dictadores que quedan, será mejor que contraten un seguro de vida de "OTAN S.A.": el egipcio Hosni Mubarak, el Tunecino Zine El Abidine ben Alí y el Yemení Alí Abdulá Saleh fueron suficientemente listos como para hacerlo. Sabemos que nunca habrá "R2P" para liberar a los tibetanos y uigures, o la gente del monstruoso gulag de Myanmar, o el pueblo de Uzbekistán, o los kurdos de Turquía, o los pastunes a ambos lados de la imperial Línea Durand.

También sabemos que el cambio en el que el mundo verdaderamente podrá creer llegará el día en que la OTAN establezca una zona de exclusión aérea sobre Arabia Saudí para proteger a los Shiitas de la provincia oriental, con el Pentágono arrojando una alfombra de Hellfires sobre esos miles de corruptos príncipes medievales de la Casa de Saud.

No ocurrirá. Mientras tanto, así termina Occidente: con una explosión de la OTAN, y mil aullidos barbáricos. ¿Que no te gusta? Pues ponte una careta de Guy Fawkes y arma la de Dios es Cristo.