martes, 26 de enero de 2016

Llegó primero el tren, y luego que venga la gente

Dos típicos españoles hablando de toros.

- Es como si te llevan al Congo a ver matar un gorila. Pero yo esto con mi hijo no lo puedo discutir, es un talibán.
- Es que el toro también sufre... - Empieza el del pelo blanco.
- Al toro lo maltratan desde antes...
- Y luego si la espada va p'arriba...
- Claro ahí ñas-ñas-ñas!

- Los de la Pyme tienen miedo de currar conmigo. El otro día la 'lista' echó al chaval que curraba conmigo. Como castigo ejemplar, nada más que para demostrar quién manda...
- Pero esto lo han hecho siempre.
- Claro, siempre recortando para ponerse medallas, eso lo han hecho siempre. Mi hijo que conoce a los de la Pyme dice que era un currante. Setecientos euros se llevaba, nada! Y mil, mil cincuenta se están llevando los especialistas, con especialidad!
- Ahora con la jornada de 37 horas...
- Es que ahora no pueden pedir ni un descanso, como se descuiden hasta deben!
- Has disfrutado los mocosos y los canosos del año pasado ya?
- Si, si...
- Yo es que tengo ocho trienios...
-... La jubilación parcial... Llevo ya cuarenta años... El que empieza a los veinte...
- Y esos que dicen que se van a jubilar a los setenta, ja! Esos son los residentes, que sólo hacen guardias.
- Y eso sí van, cuando van, jeje.

- Recuerdo las noches en el Ramón y Cajal, los yonquis esperando el tren, se me subían al tejado!
- A mi se me escapaban los locos...
- Fíjate Mirasierra, cómo lo han dejado. Bien bonito no? Mira macho, con una pista de aterrizaje...
- Es que ahora... Antes no era así. Llegó primero el tren, y luego que venga la gente...
- Pero es que el tren cuesta tanto... Y una boca de metro vale quinientos.

sábado, 16 de enero de 2016

De ondas, impulsos y heraldos

- "We have a nice life" le dice su travestida mujer antes de que comience el vídeo musical en sí. (Valentine's)

De Bowie he leído algunas cosas estos días, en momentos de consumo compulsivo que reverberan con los movimientos vibrantes de los personajes de sus últimos vídeos.

Que si era un heraldo, que si los ateos somos zombis. Reflexión tan rica como sorprendente viniendo de un declarado creyente. Me hubiera gustado discutir con Norman Ball que yo no quiero un alma inmortal a cambio de renunciar a la individualidad que hay en mi cuerpo. Que para mí no es un mero icono desechable, sino que junto a las heridas del tiempo es todo lo que tengo. ¿Qué es implica la inmortalidad en ese caso sino renunciar a todo para quedar como mera resonancia de arcaicos impulsos y ondas eternas? Eso ya viene dado para bien y para mal. La cuestión es si somos capaces de trascender.

Trascender.

Y las ondas.

Ahí están las ondas, en el "centro de todo". Desde el centro del tiempo, del espacio, y algo más que se me escapa. Capaces de explicar la creación tanto como la destrucción. Ondas e impulsos. Y heraldos capaces de intuirlo todo, y que no saben si contarlo o no, no vaya a ser que nos exploten las cabezas.



O peor, que nadie escuche.

Postdata: Hoy un hombre anunciaba el "Blackrock Market" con un cartel y una cabeza gigante de peluche, bajo la lluvia. Si fuera creyente, habría visto a Bowie. Me falta fe, y me sobra.

Gracias.