"¡Eres un pegotero!" se quejaba una y otra vez un muy cercano amigo de la adolescencia, en referencia a mi manera de hablar de mí mismo. Creo que capté el mensaje, ¡la repetición funciona!, pues desde entonces el egocentrismo en la comunicación es un tema que no ha dejado de interesarme.
En general el interés de un texto es mayor cuanto más centrado está en la materia y menos en el autor. En otras palabras cuanto menos egocéntrico sea.
Un método sistemático para evaluar la calidad de un texto desde el punto de vista de la egocentricidad consistiría en contar las apariciones de pronombres en primera persona del singular: yo, mi, me, etc. A mayor densidad, más egocéntrico, cuanto más egocéntrico, peor para mi viejo amigo, y probablemente también para los nuevos. Una búsqueda en la Red de "pronombres primera persona"/"avoid first person pronouns" demuestra no estoy totalmente solo en esta idea.
¿Tó esto pa qué? Pues para introducir mi descubrimiento casual del día:
"Algoritmo para descartar blogs malos"
1.- Tomar los textos (no los títulos) de las últimas tres entradas.
2.- ¿Cuántas comienzan con un pronombre en primera persona del singular (yo, mi, me, I, my, ...)?
--> Si la respuesta es una o ninguna, ¡bien!
--> Si son dos o tres ¡mal!
--> Ésta entrada titulada "Yo, mi, me..." ¡no cuenta!
A mí me funciona. Valgan como ejemplos los blogs de Bruce Schneier, Paul Krugman, y Jeff Atwood's "Coding Horror". Sus tres últimas entradas comienzan respectivamente por: "They - I - How", "A - I - Unfortunately", y "I - I - I", ¿con cuál te quedas? Vaya, el único que no titula el blog con su propio nombre es el que peor parado cae.
Claro que cuando todo el mundo esté familiarizado con éste fantástico algoritmo, el mismo dejará de resultar eficaz... Pero ¿habrá fuerza capaz de reprimir a una humanidad ansiosa por hablar del propio ombligo? :-)
1 comentario:
... Tan solo media hora después descubro una entrada interesante en el blog que acabo de fusilar :-). Aunque no lo es por el contenido sino por las referencias.
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